martes, 7 de febrero de 2012

Aceptar

Qué ridiculez. Quién demonios es el que manda? Quién cara*o es el que decide? Desde cuándo está bien ser ilógico?
Tengo que reconocerlo. Ni siquiera mantuve una charla bien larga con él. Lo conocí un día cualquiera de carnavales. Era encantador. Incluso a los amargados compulsivos alegraba. Tenía ormiguillas.. no andaba quieto. Tenía energía. Era uno de los únicos que conozco que fuera tan aparentemente leal a su persona, que cuando partió, dejó aquí dolor incluso a los desconocidos.
Hace casi tres meses que se fue de verdad.
Sinceramente, no evito derramar una lágrima cada vez que veo una foto suya.

Hope u r fine. Luv u!
Forever. ♥

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