domingo, 9 de octubre de 2011

Una semana.

Ha pasado una semana desde que estoy aquí .. solamente he pasado una noche sola: cuando mi madre se fue. Al día siguiente vino él (quién si no?), y resulta que se fue hoy. Lo acompañé al obelisco, y en el momento en el que la guagua se fue, mis ojos no pudieron más.. y, una vez más, lloré. Lo gracioso es que vuelve a venir dentro de cinco largos días.. pero, por lo que veo, eso a mi cabeza o a mi corazón, lo que quiera que lo controle, no le importa..
Ahora mismo me paro a pensar las cosas y les doy vueltas: doy la imagen de que soy la típica niña mimosa y caprichosa de papá.. quería venir, vine y ahora me quiero ir.. ¿Qué clase de persona soy? ¡¡Estoy en Las Palmas, a 45 minutos de Fuerteventura, en una casa a mis anchas y con una buena clase!! ¿¿Quieres hacer el favor de parar de llorar y pararte a pensar en la suerte que tienes?? ¡¡¡Podría ser muchísimo peor!!!

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